Aclaración: A pesar de lo que pueda haber dicho la Prensa sensacionalista, nuestro reclamo no es “contra Chile” sino, específicamente contra los malos funcionarios de una mala administración, quienes quebraron no sólo múltiples puntos de la Declaración De Derechos Humanos, sino hasta las mismas Leyes y Constitución del Estado Chileno.

sábado, 19 de octubre de 2013

016 • Visita guiada a la Prensa

continúa ...

 
     Ricardo pidió hablar con alguno de los jefes y los tres más importantes —el prefecto Sotomayor, el prefecto Cariz y el sub-prefecto Bravo—, uno por uno, fueron desfilando por el baño para conversar con él.
 
     Ricardo, con toda la paciencia del mundo les intentó hacer entender que los periodistas NO debían hallarse en la casa, que eso era ilegal y que él NO autorizaba la presencia de la prensa en SU terreno, pero pese a todas las advertencias, los detectives hicieron caso omiso de su derecho y, a pesar de que aseguraban que no iban a entrar o que se marcharían en cualquier momento, era evidente que esto era, tan sólo, para calmar un poco los ánimos y no porque tuvieran la intención real de hacer que se retiraran, ya que en ese mismo momento, la prensa estaba siendo invitada a entrar por los detectives y a través de las rendijas de la puerta del baño, Carlos podía ver las luces de las cámaras que circulaban de un lado a otro y oír cómo la casa se llenaba de periodistas que eran paseados como quien hace la gira por un museo con los detectives como guías.
 
     El sub-prefecto Bravo hacía las veces de anfitrión llevando a los periodistas de habitación en habitación, insistiendo en que esa casa era un templo de la lujuria donde se realizaban ritos sadomasoquistas y que todas las mujeres allí eran unas depravadas sexuales, a las cuales se les sometía como esclavas. Hacía las pausas necesarias para dar largas y detalladas explicaciones sobre las evidencias —armadas por ellos mismos— y sobre los usos —y abusos— de cada uno de los objetos. Afirmaba también a los periodistas que Ricardo violentaba a las mujeres por las vías de fuerza, desde el punto de vista sexual, resulta que aquí hay un tratamiento psicológico y las somete, afirmaba. Haciendo gala de una completa ignorancia, aseveraba también que para ello utilizaba cierta técnica hindú y cierta técnica que usaban los maya para manejar a su grupo (?).
 
 
 
     Se desempeñaba como si fuera el presentador de un programa de espectáculos —aunque sin ningún buen gusto en el vestir— y entre pausa y pausa, una mujer con un estuche de maquillaje le retocaba el rostro para que no saliera brillante en la tele.
 
     La pequeña casa estaba atestada de gente.
 
     En un alto en el recorrido, el sub-prefecto Bravo entró al baño para preguntarle a Ricardo cómo se llamaba el Dios con cabeza de elefante que tenían afuera. Ricardo le explicó que se trataba del Dios Gan’esha y el sub-prefecto, después de ordenarle deletrearlo y tomar diligentes anotaciones en un papel, salió de nuevo donde los periodistas para continuar con su tour por la casa. Cuando llegó frente a la imagen de la Deidad, le dijo a los periodistas, muy eruditamente:
 
     Bueno, y aquí tenemos al Dios Gan’esha…
 
     Cuando terminó el sub-prefecto Bravo, la maquilladora atendió también al prefecto Sotomayor para que pudieran filmarlo haciendo declaraciones.
 
     Como última etapa en el recorrido, filmaron la habitación de Ricardo donde habían juntado la mayor parte de objetos, a los lados de los cuales estaban orgullosamente parados los dos investigadores que habían salido favorecidos.
 
     Lo diferente es la habitación del dueño de casa donde mantenía cualquier cantidad de pornografía en vídeos, revistas y fotografías captadas por él mismo —decía uno de los reporteros ante su micrófono.
 
     ¿Diferente? ¡Por supuesto que era diferente¡ Si los detectives la habían «decorado» especialmente.
 
     ¡Sí que armaron todo un espectáculo! La habitación estaba repleta de cosas. Mezclaron elementos de la Religión junto con material de estudio para un libro que Ricardo estaba escribiendo, adornos femeninos, herramientas para el trabajo del campo y todo lo que pudiera parecer como objeto de perversión para que hiciera número y en medio de todo este montaje estaban… ¡los cinturones de ropa!, exhibiéndose como prueba fehaciente de que las mujeres eran maltratadas y azotadas.

Imagen tomada de las Noticias transmitidas por televisión
¡Todo el ridículo montaje fue armado
intencionalmente por los Investigadores!
     Al parecer, aquel investigador, sí había encontrado evidencias para retorcer.
 
     Adicionalmente, en otro de sus montajes para las cámaras, prendieron tres velas —en el mejor estilo Católico, las cuales tenían forma fálica— en la gruta de Shrii Gan’esha que estaba a la entrada del terreno. Esto no sólo era evidentemente ridículo y por demás ajeno a su Religión, sino que además, cualquier persona con un poco de conocimiento de la vida en el campo se habría dado cuenta del riesgo que había de provocar un incendio, sobre todo porque la imagen de madera estaba apoyada sobre un tapete de algodón.
 
     Si bien llevaron a los periodistas por toda la casa, mantuvieron el cuarto de baño —donde tenían a Ricardo y a Carlos— todo el tiempo cerrado y no les permitieron entrar.
 
 
continuará ...

 

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