001 • Un Día… ¿Como Cualquiera?
Era poco después del medio día del martes 26 de marzo de 1996, era un día tranquilo y soleado y hacía ya unos quince minutos que en la pequeña casita de Los Maquis habían llamado a almorzar...
002 • Ellos eran... La Ley
Continuó entrando apretadamente gente por ambas puertas y en cuestión de segundos se armó un alboroto realmente impresionante...
003 • Las explicaciones del caso
Manteniéndolos aún apuntados con sus armas, les ordenaron sentarse en las camas, y todavía en estado de conmoción, obedecieron la orden sin protestar...
004 • ¿...Y los menores de edad?
Poco a poco, empezaban recién a caer en cuenta de la realidad. Las escenas transcurrían una detrás de otra, tan rápida y confusamente, que no alcanzaban a digerirlas y tomarle todo el peso a la situación...
005 • ¿Por culpa de la depilación?
Las demás mujeres, tomando un poco de valor, les preguntaron a los investigadores presentes en la habitación, por qué era que estaba pasando todo esto y la sub-comisario, a manera de respuesta, les gritó:
006 • ¿Respeto a los objetos de Culto?
En la habitación contigua, los perritos, acostumbrados siempre a estar acompañados y a la habitual tranquilidad de la casa, no paraban de ladrar, aullar y arañar la puerta. Era terrible oír su desesperación y no...
007 • La búsqueda de evidencia
Los investigadores buscaban con una mente realmente enfermiza cualquier cosa que pudiera encajar en su ya formado —o más exactamente, deformado— esquema de la situación...
008 • ¿Una tira de Ignorantes?
Mientras tanto, en el hall de distribución, los investigadores hacían uso constante de la radio para ponerse de acuerdo con un segundo grupo —que al parecer venía en camino— sobre los preparativos...
009 • Intimidando a Alejandra
Cuando Fanny entró en la cocina, encontró un ambiente festivo de parte de los investigadores que disponían de las cosas de la casa a su entera libertad, sin pedir permiso o al menos informar y mucho menos lavar lo que usaban...
010 • No le permitieron abrigarse
La puerta del cuarto de cómputo se abrió un par de veces pero sólo para que pudieran entrar y salir investigadores cargando la supuesta evidencia y luego era vuelta a cerrar inmediatamente...
011 • ¡Yo no autorizo la entrada de la Prensa!
No les permitían comunicarse con alguien de afuera para avisar lo que les estaba pasando y cuando Ricardo solicitó hacer la llamada telefónica a la que lo facultaba la ley chilena, la sub-comisario Correa, en tono irónico le respondió...
012 • ¡Pórtate bien!
Cuando a través de sus radios les informaron que los jefes ya estaban llegando al terreno, sacaron a Carlos del cuarto de cómputo donde lo habían mantenido todo este rato y junto con Ricardo los encerraron en el baño...
013 • La Policía de Verdad...
Un alboroto se empezó a formar fuera de la casa… algo raro estaba sucediendo… era como si alguien hubiera llegado inesperadamente o se hubieran enterado de algo que había despertado su preocupación. Se escuchó mucho ruido...
014 • Declaraciones... ¿ya listas?
En la habitación de las mujeres, prácticamente todo el contenido de los clóset se encontraba ahora esparcido formando un gran montículo central. La supuesta búsqueda de evidencia era interminable...
015 • ¡Quiero que todos vean lo basura que son!
Por la puerta principal de la casa entró una investigadora —la única más o menos decentemente vestida—, llevando un traje rojo bien ceñido. Durante todo el rato que habían permanecido en la casa...
016 • Visita guiada a la Prensa
Ricardo pidió hablar con alguno de los jefes y los tres más importantes —el prefecto Sotomayor, el prefecto Cariz y el sub-prefecto Bravo—, uno por uno, fueron desfilando por el baño para conversar con él. Ricardo, con toda la paciencia del mundo les intentó hacer entender...
017 • El desfile de los condenados
Después de que filmaron todo, los periodistas se coordinaron durante unos quince minutos con los policías. Luego, uno de los investigadores dirigiéndose a las mujeres, les dijo: Bien, nos vamos, levántense. ¡Vamos, vamos, muévanse rapidito!...
018 • Las preguntas inicales... recién
Después del «paseo» por el interior de la propiedad, los regresaron a la casa. Las mujeres fueron llevadas de regreso a la habitación en la que habían estado antes y los hombres fueron devueltos al cuarto de baño, donde entró nuevamente el sub-prefecto Bravo, para amenazar más explícitamente que antes a Ricardo con que si no confesaba, él mismo lo iba a obligar a firmar el papel...
019 • Todo estaba revestido de sensacionalismo
Uno de los detectives cogió la llave de tuercas de la camioneta de la familia Badani y se la colgó sobre el pecho. La llevaba como una cruz a manera de inquisidor y repetía a cada rato la frase ¡… y se murió! Los periodistas, mientras tanto, al no haber podido obtener la filmación de la cara de ninguno, seguían moviéndose por todos lados tratando de buscar algo... algo más... algo diferente...
020 • «La ley» llega a calle Guanaco
Esa mañana Karim, muy contento, había tomado el bus de regreso a Santiago después de pasar una semana en la casa de Los Maquis donde se había recluido para —con la ayuda de las computadoras de Ricardo— avanzar la tesis con la cual se recibiría como abogado. Llegó a la casa de la calle Guanaco llevando consigo el impreso que al día siguiente llevaría al profesor para que lo revise y...
021 • Recolectando el botín
En la casa de Los Maquis, los perritos, sin comprender lo que ocurría, no habían parado de aullar, ladrar y arañar la puerta durante toda la tarde, pero los investigadores no los dejaban preocuparse por ellos a pesar de que ya se los habían pedido un par de veces. Después de mucho rato, las mujeres hicieron un nuevo intento...
022 • Roxana y Claudia en Policía de Investigaciones
Eran pasadas las ocho de la noche cuando el auto que conducía a Roxana y a Claudia llegó a lo que parecía ser un local de la policía y con sus ya características malas maneras, las obligaron a apearse del vehículo. La primera habitación del edificio antiguo, de techos elevados y paredes pintadas con pintura barata, estaba decorada con unas bancas de madera nada acogedoras y...
023 • Arrancados de su Hogar
En la casa de Los Maqui, Mercedes consiguió un pedazo de cordel y amarró ella misma la puerta trasera de la casa que ni siquiera tenía chapa y sólo se mantenía cerrada por una ligera presión de la madera, ya que la casa de Los Maquis, como las típicas casas de campo de la zona, no tenía ningún tipo de seguridad. La puerta principal en cambio...
024 • A Jaime, por asalto
Mientras tanto, en Santiago, Jaime recién regresaba del estudio jurídico en el cual trabajaba. El día había sido bastante pesado y en su mente sólo estaba el llegar a su casa a descansar, ya que al día siguiente tendría que levantarse a las seis de la mañana como les era habitual. Le pareció raro encontrar la puerta de calle sin llave...
025 • De Los Maquis a Santiago
El trayecto desde Los Maquis a Santiago que normalmente se podía hacer en poco menos de dos horas, esta vez demoró algo más, ya que los investigadores no conocían el camino y además, tuvieron que detenerse en Rengo a llenar gasolina. Esta parada originó una interminable discusión entre ellos sobre quién pagaría la cuenta, debido a que los vales que tenían no les alcanzaban...
026 • Por último... Alberto
Eran las diez de la noche cuando Alberto llegó a su casa de la calle Guanaco y estaba tocando despreocupadamente el timbre para que le vinieran a abrir, cuando dos detectives aparecieron detrás de él encañonándolo y presionándolo a tal punto contra la puerta cerrada que le imposibilitaron completamente el moverse. La puerta se abrió y del interior de la casa apareció...
027 • Jaime llega a «la casa»
Durante el trayecto en auto, Jaime se sentía cada vez más asustado, no sabía lo que le podría suceder y no tenía ni idea de qué era «la casa» y para aumentar sus preocupaciones, los investigadores continuaban diciéndole que cuando llegaran a su destino, él iba a ver lo que era bueno por haberse resistido. En su desesperación, intentó disimuladamente girar un poco la cabeza...
028 • El arribo a la Brigada
Cuando por fin el grupo traído de Los Maquis llegó a la Brigada de investigaciones, eran pasadas las once de la noche. Los hicieron bajar de los vehículos y después de formarlos en fila, los dirigieron hacia la entrada del edificio, pero cuando estaban a punto de ingresar, bruscamente los obligaron a retroceder nuevamente hasta los autos. Lo primero que les vino a la cabeza fue que tenían algo planeado...
029 • Insultos y burlas
Sería cerca de la media noche cuando Roxana y Claudia vieron que la cara de fastidio de la investigadora que las estaba vigilando se convertía en una de sorpresa, transformándose casi inmediatamente en una de burla. Al mismo momento, hacía su aparición por la puerta una especie de manguera color azul de unos cinco centímetros de diámetro...
030 • La más peligrosa
El investigador joven con pelo de cepillo, que ahora estaba vigilando a Jaime, asumió la misma pose amistosa que había intentado antes con las dos mujeres. Se acercó a él iniciando una conversación y preguntándole a qué se dedicaba. Después de un rato de responder a sus preguntas, Jaime aprovechó esta fingida amistad para pedirle que, por favor, le soltara un poco las esposas porque...
031 • Euforia por las Noticias
Conforme se acercaba la medianoche, toda la gente de la brigada se ponía notoriamente más eufórica, corrían de un lado a otro y se daban la voz. Parecía que la reunión era en la cafetería del primer piso y que todos deseaban estar allí y los que debían permanecer vigilándolos, lo hacían visiblemente fastidiados. En sus distintas ubicaciones dentro de la brigada fueron quedando prácticamente solos...
032 • Defendiendo su privacidad
Mientras continuaba el revuelo en el primer piso, Jaime, que había quedado sólo en la oficina, pensó en escapar. Aflojó los brazos, forcejeó con las esposas y pudo zafar una de sus manos. Ahora tenía muchas alternativas. Pensaba que si huía podría ayudar desde afuera, conseguiría un abogado, se contactaría también con sus padres y les advertiría lo que estaba pasando...
033 • Ni agua... ¡hasta que hablen!
Cuando la euforia producida por las noticias se hubo calmado un tanto, apareció en el pasillo al lado del baño, una investigadora que no había tomado parte en ninguno de los allanamientos y empezó a tomarle los datos a las personas traídas de la casa de Los Maquis. La primera a la que interrogó fue a Mara, pidiéndole su nombre, nacionalidad, número de cédula, nombre de sus padres y domicilio actual...
034 • Examinan a Roxana y Claudia
Roxana y Claudia pasaron mucho rato más en aquella oficina hasta que vino un investigador que las llevó, sin darles ninguna explicación, a través de aquél edificio —que parecía un laberinto, lóbrego, húmedo y polvoriento, casi en penumbras y lleno de escaleras y puertas— hasta una habitación de piso de madera...
035 • Examinan a las otras mujeres
Cuando habrían transcurrido ya cerca de dos horas —las cuales parecieron una eternidad— desde que los habían hecho sentarse junto a la puerta de aquel hediondo baño, vino una investigadora hasta el hall del primer piso y le ordenó a los dos detectives que los vigilaban que se llevaran a todas las mujeres hacia arriba, indicándoles que ella se quedaría vigilando a esos, refiriéndose de esta manera tan despectiva...
036 • Examinan a los hombres
Cuando terminaron con todas las mujeres, un investigador subió al tercer piso a buscar a Alberto, le quitó las esposas que le sujetaban las manos contra el respaldo de la silla, le ordenó que se parara, le colocó nuevamente las esposas, esta vez con las manos hacia delante y lo llevó al segundo piso, a la antesala del médico, donde le ordenó que se sentara en una de las sillas...
037 • El juego del «Policía Bueno»
La habitación del primer piso, cuya puerta habían cerrado tan bruscamente cuando las hicieron subir, era simplemente la cafetería de la brigada, la cual estaba arreglada con un poco más de cuidado que el resto del edificio. Tenía distribuidas unas seis a ocho mesitas redondas, con cuatro sillas por mesa y una puerta a la izquierda que daba a una pequeña cocina. Poco después de la una de la mañana...
038 • El Policía Malo
Varios investigadores, uno mestizo, uno de ojos verdes y uno gordo, junto con una mujer de pelo negro y largo, estaban aguardando ya a Mercedes en la habitación y secamente le ordenaron pararse en el centro del cuarto. Uno de los investigadores quiso que les dijera cuánto tiempo hacía de que había entrado al país. Ella, haciendo visibles esfuerzos por hablarles con educación, les respondió...
039 • Amedrentando a Fanny
A la una cuarenta y cinco de la mañana, cuando Fanny salió del examen médico, un investigador la llevó directamente a una oficina del segundo piso donde ya se encontraba la inspectora Yelka esperándola. Fanny no alcanzó ni a hablar cuando la inspectora empezó a darle rudas órdenes: ¡¡Ya, sácate la casaca!! ¡¡Ya, sácate la chompa!!...
040 • Presionando a Gaby
Cuando faltaban unos diez minutos para las dos de la mañana, el inspector Silva pasó por la cafetería y se quedó parado en la puerta mirando a las mujeres. El investigador bajito, que aún seguía intentando que hablaran, se levantó de la mesa para reunirse con él y en susurros cruzaron unas cuantas frases. Luego el gordo habló con buen volumen dirigiéndose a ellas. Gaby alzó la vista aunque sin...
041 • Las Vejaciones a Beatriz
Tan sólo unos minutos después, apareció en la cafetería la inspectora Yelka y su aspecto era aún más viril que antes. Al parecer, ella y la sub-comisario Correa, eran las que más disfrutaban amenazando, asustando y golpeando a la gente, ya que durante toda la noche no cesaron de entrar y salir de las distintas salas de interrogatorio para participar en los momentos de mayor tortura. La inspectora...
042 • Las Calumnias
Poco después de las dos de la mañana, uno de los hermanos de Mara se presentó en la brigada preguntando por ella. Sin darle explicaciones sobre su situación, dos investigadores lo llevaron directamente hasta el tercer piso, a la habitación en la cual habían acomodado con malicia todas sus «evidencias». A través de la puerta abierta, Alberto podía oír cómo los investigadores...
043 • ¿Interrogándolos...?
Se abrió la puerta de la oficina donde tenían a Beatriz y apareció la sub-comisario Correa trayendo algo escondido en las manos y mostrándolo bruscamente, le preguntó con rudeza qué era aquello. Ella le contestó que era un masajeador de espalda pero la sub-comisario, gritándole en un tono prepotente y agresivo que hizo que se encogiera aún más en su silla pensando que la iban a golpear, la retó para...
044 • Con su Hermano
A la cafetería entró una investigadora, señaló a Mara y le indicó que la siguiera hacia el segundo piso sin darle mayores explicaciones. Carlos y Ricardo, que seguían sentados en el pasillo al lado del baño, la vieron desaparecer escaleras arriba. Tanto Mara como los demás, pensaron que ya le había tocado el turno a ella de ser interrogada y sabría Dios que le irían a hacer...
045 • Las Amenazas a Claudia
Poco después de las dos y media de la mañana vinieron a buscar a Claudia a la habitación donde la habían dejado y la llevaron a otra sala donde ya la esperaban dos investigadores y tres investigadoras, que junto con el detective que la conducía se encerraron con ella. Comenzaron a interrogarla en medio de un montón de amenazas —¡¡Te vamos a pegar!! ¡Te vamos a colocar el detector de mentiras...
046 • Ensimismada e Indefensa
Poco antes de las tres y media de la mañana trajeron a Alejandra a la cafetería. Era la primera vez que se reunía con las demás mujeres desde que en la casa de Los Maquis le habían alcanzado ropa de abrigo. Entró mirando el piso. Parecía como si se hallase avergonzada por algo y no se atreviera a mirar a las demás a la cara. Era extraño. ¿Qué le habían hecho? ¿De qué tenía miedo?...
047 • Torturando a Carlos
Cerca de las tres y media de la madrugada, Carlos fue conducido al segundo piso de la dependencia. Lo llevaron a una oficina pequeña con un único escritorio donde ya lo estaban esperando más de cinco investigadores que se encerraron con él. Entre ellos, el inspector grande, gordo, de barba y de apellido Silva. Uno de los detectives le ordenó de mala manera quitarse los lentes y eso le hizo darse cuenta...
048 • «Joyita» de Baño
Las horas transcurrían y, ya a esas alturas, las mujeres en la cafetería se encontraban totalmente doloridas por seguir en la misma posición, pero cada vez que alguna intentaba acomodarse un poco, apoyar los codos sobre la mesa o estirar las piernas, los investigadores las empujaban con brusquedad, les tironeaban el cabello, las insultaban y les ordenaban sentarse bien derechas nuevamente en la silla...
049 • Golpes y Amenazas
El sub-prefecto Bravo —en su típica actitud cobarde— aguardó hasta que el prefecto Sotomayor se retiró de la Brigada poco después de las tres y media de la mañana y con el ceño más fruncido de lo habitual, vino a buscar a Ricardo, acompañado de otro detective. Lo llevaron hacia el interior del edificio, a una oficina donde otro investigador más, estaba ya esperándolos...
050 • Eran Despiadados
¡Era despiadada! Beatriz la miró con rabia y asustada al mismo tiempo, no quería creer lo que estaba escuchando. Pensó en lo que le estarían haciendo a Ricardo… ¡Pensó lo peor! Ya tenía antecedentes de lo basura y corruptos que eran los «tiras» y le dieron ganas de llorar ahí mismo, pero se contuvo para no quebrarse delante de ellos...
051 • La Espera en la Cafetería
El investigador bajito ofreció una taza de café a las mujeres que esperaban en la cafetería. Alejandra ni siquiera se percató del ofrecimiento y Lola lo rechazó cortésmente, ya que, según explicó, le caería mal, pero Mara, Elsa y Gaby aceptaron de buena gana. Mientras las horas pasaban se hicieron varias menciones al respecto, pero unas veces resultaba que no tenían café y otras que no tenían azúcar...
052 • La Tortura Continúa
Carlos empezó a ver todo lo que estaba pasando como si fuese un simple testigo de las cosas y observaba lo que sucedía, incluso lo que él mismo decía, desde un segundo plano. Se convirtió en un espectador de su propia tortura. Sabía lo que estaba ocurriendo y entendía las consecuencias, pero no había miedo, no había angustia, no había sentimiento alguno, sólo la calma del observador que...
053 • Le Ordenaron Quitarse la Ropa
Conforme la noche avanzaba, los investigadores fueron cambiando su táctica, le ordenaron a Mercedes quitarse una a una las diversas prendas: primero el abrigo, luego la chompa, los zapatos, las medias… Entre golpes y amenazas la obligaban a obedecer. Mercedes podía escuchar a los investigadores hablando a gritos en las habitaciones contiguas, sonidos de golpes y ruidos que parecían ser de llanto...
054 • Casi Desnudo Y Lleno De Cables
Lo que más le preocupaba en esos momentos a Carlos, era que cuando viniesen los choques eléctricos pudiese mantenerse entero, que no fuese tan terrible, que no lo lograran quebrar. El sabía que hasta antes no iban a poder quebrarlo, pensaba que lo más probable era que después tampoco, pero no sabía, en realidad, cómo iba a ser eso, no sabía la intensidad de dolor a la que podría estar expuesto...
055 • Interrogando A Jaime
Hasta la oficina en donde tenían esposado a Jaime llegaban muchos gritos y ruidos de golpes mezclados con música que le hacían pensar que probablemente provenían del resto de sus amigos a los que ya estarían torturando. Entraban y salían investigadores constantemente y le preguntaban a qué se dedicaban o qué hacían en la casa. Jaime les explicaba que él era estudiante de derecho...
056 • La Hacían Escuchar Los Gritos
Más adelante en la noche, la sub-comisario Correa entró en la habitación donde mantenían a Fanny y entre las dos mujeres intentaron ganarse la compasión de ella diciéndole que estaban muy cansadas, que la detective estaba embarazada, que los hijos de la sub-comisario la estaban esperando en su casa y que ambas habían trabajado todo el día. La instaban a que hablara de una vez para que pudieran...
057 • El Interrogatorio de Roxana
Roxana quedó prácticamente olvidada en aquella oficina a donde la condujeron después del examen médico. Por momentos venía un detective a vigilarla, permanecía un rato con ella y luego se volvía a marchar. Ella sólo observaba y pensaba… No había nada más que pudiera hacer. La casi total oscuridad de esta húmeda habitación hacía que los momentos en que permanecía a solas fueran aún...
058 • ¡Ignoro las causas de nuestra detención!
Una investigadora entró en la habitación y dejó la puerta junta y por primera vez en la noche Alberto pudo oír la voz de Karim. Estaba muy molesto y protestaba porque no le hubieran permitido vestirse antes de traerlo y porque lo tuvieran allí sin zapatos ni calcetines. La investigadora empezó a amenazarlo para que declarara y después de insultarlo un poco le dijo que si él no se hubiera resistido al arresto...
059 • El Interrogatorio de Alberto
Durante la noche iban y venían muchos investigadores a conversar con Alberto, era una charla bastante relajada, no había ningún forcejeo ni gritos y se escuchaban bastante tranquilos. Jaime podía oírlos conversar desde la oficina donde se encontraba. Alberto les refería sobre su empresa de cómputo en Perú de la cual era socio con Ricardo y de cómo habían...
060 • La Interrogaron Semidesnuda
En un momento quedaron solas con Mercedes, la investigadora de pelo negro junto con una rubia que se había unido al grupo de tortura. — Ya quedó sentado que llegó con fiebre ¿no? —Preguntó la investigadora morena a la rubia— Bueno… Dado que llegó mal, no podrán culparnos si su salud se agrava —aseguró con cinismo, zarandeando con brusquedad a Mercedes para obligarla a terminar...
061 • En las pausas entre golpes...
Más adelante en la noche, entró violentamente la inspectora Yelka en la habitación a insultar a Jaime: ¡Así que aquí está el hermanito! ¡¡Eres un degenerado!! ¿Para qué llevaste a tu hermana? ¡¡¡Seguro que tú también haz abusado de ella!!! Lo presionaban constantemente, lo empujaban, lo tironeaban, lo golpeaban o lo pellizcaban, aún en los momentos en que dejaban de interrogarlo. En las pausas…
062 • Podemos pegarte... sin dejar marcas
La sub-comisario Correa volvió a entrar bruscamente en la habitación y le dijo a Fanny que le iban a pegar. Fanny, armándose de valor, le contestó que no podían hacerlo, que eso no era legal, pero la sub-comisario sin inmutarse le dijo con el mayor de los cinismos: — Sí podemos… sin dejar marcas… ¡Y nosotros sabemos cómo hacerlo! — Fanny, por dentro, trataba de tener fuerza de voluntad y...
063 • Vendado como estaba...
Carlos, vendado como estaba, podía oír como entraban y salían de la habitación muchos detectives de ambos sexos. — ¡¡Si no hablas vamos a torturar a tu esposa!! —Continuaban amenazándolo. Le hacían escuchar gritos y llanto a lo lejos y le decían que eran de Fanny y que él podía detener el sufrimiento de ella en cualquier momento. Muchísimo tiempo después, cuando se dieron cuenta...
064 • Lo Hicieron Mirar Cómo La Golpeaban
Los minutos pasaban y parecían horas y Ricardo empezó a perder la noción del tiempo. Tal vez pasó una hora y media, tal vez tan sólo fue una hora o tal vez fue mucho más, hasta que por fin pudo ponerse en pie y respirar aire puro nuevamente, realmente no lo sabía… Sin decir ni siquiera un insulto más, lo sacaron de aquella oficina y un investigador lo condujo, tironeándolo del brazo, hasta un...
065 • Su Silencio Los Enfurecía
A pesar de todos los esfuerzos de los detectives, Beatriz permanecía en absoluto silencio y eso sólo los enardecía más. Seguían golpeándola, zarandeándola, insultándola, gritándole y maltratándola sin ninguna compasión. La sub-comisario, enojadísima, la sacó de esa habitación y la llevó a otra oficina del segundo piso donde la dejó sola con el inspector grande y gordo que la aguardaba. Cuando el inspector...
066 • Preocupados Por Los Otros
Poco después de la cinco de la mañana volvió la inspectora Yelka y junto con otra investigadora, llevaron a Roxana al tercer piso. En el camino se cruzó con Fanny que iba bajando las escaleras llevada por un detective, conversaba con él pero se le veía muy afectada. Era la primera vez que Roxana veía a alguien de la casa de Los Maquis y supuso que tendrían a los demás por allí. Cuando la hicieron entrar...
067 • Después De Muchos Golpes Más...
En algún momento de la madrugada, entró la sub-comisario Correa bruscamente a la habitación donde tenían a Mercedes, diciendo: ¿Qué? ¡¡¿No vas a declarar?!! —Y dicho esto le pegó una bofetada tan fuerte sobre el ojo derecho, en el que tiene una visible cicatriz de un accidente que tuvo de muy niña, que el ojo quedó palpitándole durante varias horas...
068 • Intentando Intimidarla
Mientras tanto, a la oficina donde tenían a Roxana, volvió la inspectora Yelka para ver el avance en los interrogatorios. Los tres hombres, que hasta aquí no habían logrado nada de ella, parecieron verse motivados por la presencia de la inspectora y aumentaron la agresividad de sus preguntas. Tú eres cómplice de todo esto, no puedes seguir haciéndote la huevona y quedarte callada...
069 • Lo Peor Era El Frío
Karim pasó toda la noche sentado en su silla mirando a la pared, descalzo y esposado con las manos sujetas a la espalda. Los brazos le dolían terriblemente, tenía hambre, tenía sed, pero sobre todo, estaba pasando muchísimo frío. Casi al final de la noche, un investigador le trajo un polerón blanco, calcetines y un par de zapatos que le pertenecían....
070 • Reunidas En La Recepción
La noche se hacía eterna y cuando ya daban casi las seis de la mañana, entró a la cafetería una investigadora que, dirigiéndose a los dos guardianes, les dijo secamente: Llévenlas para afuera, ya nos vamos. Las llevaron hasta la habitación de la entrada en la que estaba el mostrador que parecía la recepción de un hotel y las hicieron avanzar hacia la pared del fondo, cerca de los sofás...
071 • La Llevaron Casi A Rastras
Llevaron a Fanny al comedor del primer piso. Allí había un detective regordete, moreno y con cara de indio y otra detective gordita pero bien coqueta que inmediatamente hizo que Fanny evocara la imagen de la chanchita Piggy. El detective la hizo sentar y dirigiéndose a ella amistosamente intentó hacerla hablar, pero al ver que Fanny no quería decirle nada, le ordenó levantarse nuevamente y empezó a empujarla...
072 • La Forzaron A Firmar
La noche de Claudia siguió transcurriendo entre amenazas y golpes sin descanso hasta que, poco después de las seis de la mañana, la forzaron a firmar un papel que no le permitieron leer y que supuestamente era su declaración, aunque en realidad ella nunca la había hecho. Recién después de que firmó uno de los detectives se la llevó al primer piso...
073 • Expuesta A La Curiosidad Y El Desprecio
Casi al amanecer, los detectives, hartos de Roxana, redactaron una declaración la cual le afirmaron que contenía únicamente lo que ella había dicho. Roxana insistió en revisarla, pero a pesar de que varias veces intentó leerla, los detectives la interrumpían constantemente empujándola, golpeándola e instándola a firmar de una vez...
074 • Lo Que Afirman NO Es Verdad
Mantuvieron a Alberto toda la noche en aquel hall de distribución con los brazos esposados a la espalda y conforme las horas pasaban, la posición se hacía cada vez más dolorosa, pero Alberto no se quejaba y mantenía su pose indiferente. Realmente le hubiera resultado difícil a cualquier persona que no lo conociera, percatarse de cuán duro estaba resultando todo para él...
075 • Cuando Ya Amanecía...
Cada vez que tenía oportunidad, Ricardo intentaba amenizarse un poco lo desagradable y prolongado de la sesión, conversando con los investigadores y preguntándoles sus opiniones sobre distintos planteamientos morales hasta que al poco rato los tenía enredados en sus propios conceptos y todo terminaba en una gran discusión entre los mismos detectives, con Ricardo...
076 • ¡Qué Tal Cinismo!
Pasaba el rato y aún las mantenían en la recepción paradas, como esperando algo. En la pared que estaba detrás de ellas se podía ver el decálogo en el que, supuestamente, se basaba la Policía de Investigaciones. Lola empezó a leerlo y se volteó, visiblemente impresionada, para indicarle a Gaby que leyera lo que decía allí... ¡Eso sí que era cinismo!...
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