continúa ...
Fanny no alcanzó ni a hablar cuando la inspectora empezó a darle rudas órdenes:
— ¡¡Ya, sácate la casaca!! ¡¡Ya, sácate la chompa!!
A pesar que Fanny le explicó que tenía mucho frío, la inspectora, después de contestarle que a ella eso la tenía sin cuidado, siguió insultándola y apurándola para que obedezca.
Su aspecto era sumamente amachado, hablaba de forma terriblemente grotesca y se burlaba de Fanny diciéndole:
— ¿Cómo quiere que la trate la dama? ¿Señorita, por favor, se puede sacar la chaqueta?
La inspectora Yelka continuó amenazándola e insultándola durante un rato más y luego se marchó dejándola con la investigadora que había tomado sus datos cuando llegaron y que según le dijo a Fanny esta vez, sí estaba embarazada de varios meses.
A pesar de su estado, esta mujer se irritaba todo el tiempo y se ponía sumamente furiosa debido a que no recibía respuestas aceptables para lo que ellos querían escuchar. Ver a esta detective era chocante, embarazada y —según ella misma decía— con dolor en el estómago debido a lo irascible que se colocaba, pero ese era su trabajo y eso era lo único que le importaba.
La detective embarazada, al ver que Fanny no paraba de mover las piernas en forma nerviosa por la gran tensión que le significaba enfrentarse a ellos, le dio un violento manotazo en las rodillas, ya que según le dijo, estaba poniéndola nerviosa a ella también.
continuará ...
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