continúa ...
Serían aproximadamente las cinco de la tarde cuando un guardia hizo salir a Roxana de la celda y junto con otros detenidos, los hicieron a todos formar fila durante unos minutos en el corredor afuera de los calabozos del primer piso para luego llevarlos a la recepción. No había nadie conocido allí.
Poco a poco se fueron llevando a los demás y sólo quedó Roxana parada a la salida de la recepción, esperando a que la llevaran nuevamente a prestar declaración.
Bastante más tarde, los investigadores fueron por las mujeres que estaban en La Patilla y las llevaron a todas juntas a la recepción donde las dejaron aguardando mientras se organizaban. Unos minutos de caos después, las hicieron salir para subir a la furgoneta en la cual serían transportadas.
Las mujeres se cruzaron por primera vez con Roxana que aun permanecía parada del lado de afuera del umbral de la recepción. Estaba muy mal vestida, con una falda larga, un polito gastado y una chompa abierta encima que a todas luces se veía que estaba muy poco abrigada, además de estar bastante despeinada, pero a pesar de todo se veía muy serena.
Al parecer, su terrible miopía no le permitió ver cuando ellas pasaron a su costado, ya que siguió mirando descuidadamente en otra dirección y las demás mujeres no quisieron arriesgarse a cruzar palabra con ella.
Cuando estaban ya a punto de partir, los investigadores se acordaron que Roxana también debía acompañarlos y en sus características malas maneras le ordenaron subir a la furgoneta.
Dos detectives subieron también y de un sólo tirón las obligaron a arrimarse para darles sitio en los primeros asientos.
Poco rato después, estaban nuevamente en la brigada de investigaciones y nuevamente sentadas en las sillas al lado del baño en el primer piso.
continuará ...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Danos tu opinión...