Aclaración: A pesar de lo que pueda haber dicho la Prensa sensacionalista, nuestro reclamo no es “contra Chile” sino, específicamente contra los malos funcionarios de una mala administración, quienes quebraron no sólo múltiples puntos de la Declaración De Derechos Humanos, sino hasta las mismas Leyes y Constitución del Estado Chileno.

viernes, 11 de abril de 2014

070 • Reunidas En La Recepción

continúa ...


     La noche se hacía eterna y cuando ya daban casi las seis de la mañana, entró a la cafetería una investigadora que, dirigiéndose a los dos guardianes, les dijo secamente:

     Llévenlas para afuera, ya nos vamos.

     Las llevaron hasta la habitación de la entrada en la que estaba el mostrador que parecía la recepción de un hotel y las hicieron avanzar hacia la pared del fondo, cerca de los sofás. A Alejandra, de un tirón, la obligaron a permanecer de pie cerca del mesón, aparte de las demás mujeres. Allí estuvieron durante largo rato paradas, esperando.

     Ahora había otro investigador de guardia.

     Un detective trajo a Mercedes a la recepción y al instante siguiente trajeron también a Beatriz para reunirla con las demás.

     Mercedes le preguntó varias veces muy bajito si a ella también le habían pegado, pero Beatriz, que se veía totalmente desencajada, miraba sin contestar, como si no comprendiera el significado de las palabras, finalmente, en un tono impersonal y mirando fijamente más allá de Mercedes, respondió que sí, que le habían pegado en el cuello.

     Mercedes se quedó durante mucho rato sin decir palabra, mirando muy seria al investigador del mostrador, y después, con una voz quebrada, casi imperceptible, que fue escuchada a duras penas por las que estaban más cerca de ella, dijo:

     A mí también me han pegado, ese de ahí me pegó…

     El investigador se veía bastante joven, era alto, muy blanco, de cabello negro y ojos verdes, no se veía nada especial en él, pero cuando se volvió para mirar a Mercedes, había verdadero odio en sus ojos.

      ¡Oye tú, que me miras, mejor estate con cuidadito conmigo! —Le advirtió.

     Gaby rozó con su mano a Mercedes para intentar serenarla ya que temía las consecuencias que pudieran caer sobre ella si llegaba a hacer enojar a esa gente.


continuará ...

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