Aclaración: A pesar de lo que pueda haber dicho la Prensa sensacionalista, nuestro reclamo no es “contra Chile” sino, específicamente contra los malos funcionarios de una mala administración, quienes quebraron no sólo múltiples puntos de la Declaración De Derechos Humanos, sino hasta las mismas Leyes y Constitución del Estado Chileno.

domingo, 9 de febrero de 2014

048 • «Joyita» de Baño

continúa ...


     Las horas transcurrían y, ya a esas alturas, las mujeres en la cafetería se encontraban totalmente doloridas por seguir en la misma posición, pero cada vez que alguna intentaba acomodarse un poco, apoyar los codos sobre la mesa o estirar las piernas, los investigadores las empujaban con brusquedad, les tironeaban el cabello, las insultaban y les ordenaban sentarse bien derechas nuevamente en la silla. Pero eran los investigadores los que tenían más cara de cansancio y fastidio, tenían la apariencia de querer que todo terminara y poder irse ya, como si los verdaderos detenidos fueran ellos.

     Gaby sintió necesidad de ir al baño y el investigador gordito accedió a llevarla él mismo, dejando a otro investigador vigilando a las demás.

     En la salita al lado del baño estaba Ricardo, sólo y esposado, sentado en las sillas que al inicio habían ocupado ellas.

     Ricardo levantó la vista al ver venir a Gaby, se la quedó mirando con una expresión de paz y confianza que a ella le infundió muchísima fuerza y le hizo su típico gesto de «paciencia».

     A ella le hubiera gustado decirle algo, pero el investigador la empujó y tuvo que continuar su camino hacia el baño, el cual era, en realidad, un minúsculo cuartucho de poco más de un metro cuadrado, hediondo, con un retrete teñido de amarillo y café por el sarro y emanando todo tipo de olores, además de un lavamanos atorado, con agua empozada y toda clase de mugre pegada en él, tanto en el fondo como en los costados y subiendo hasta la llave de agua.

     En cuanto Gaby abrió la puerta para entrar, se arrepintió.

     El hedor que brotaba de aquel lugar era insoportable y todo el espacio era tan reducido que no había ni siquiera área para darse la vuelta, pero pensando que el siguiente lugar que encontrara podría ser peor, se decidió a usarlo, no sin antes imaginar la cantidad de microbios que andarían felices danzando por ahí.

     Tuvo que hacer grandes esfuerzos para no rozar contra nada.

     Cuando salió del baño, el investigador estaba sentado junto a Ricardo conversando afablemente con él. Ella habría querido que siguieran hablando mucho rato más para poder quedarse cerca, pero la conversación se interrumpió casi inmediatamente y el investigador la condujo de regreso al mismo salón y a la misma silla en la que antes había estado.

     Elsa aprovechó de pedir permiso también y cuando iban en dirección al baño, el investigador se puso a caminar detrás de ella acercándose en exceso y haciendo bromas de doble sentido, incluso haciendo el intento de tocarla, pero Elsa, ignorándolo por completo, continuó avanzando con el mismo paso pausado que llevaba.


continuará ...


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