Aclaración: A pesar de lo que pueda haber dicho la Prensa sensacionalista, nuestro reclamo no es “contra Chile” sino, específicamente contra los malos funcionarios de una mala administración, quienes quebraron no sólo múltiples puntos de la Declaración De Derechos Humanos, sino hasta las mismas Leyes y Constitución del Estado Chileno.

viernes, 28 de febrero de 2014

056 • La Hacían Escuchar Los Gritos

continúa ...


     Más adelante en la noche, la sub-comisario Correa entró en la habitación donde mantenían a Fanny y entre las dos mujeres intentaron ganarse la compasión de ella diciéndole que estaban muy cansadas, que la detective estaba embarazada, que los hijos de la sub-comisario la estaban esperando en su casa y que ambas habían trabajado todo el día. La instaban a que hablara de una vez para que pudieran irse a descansar.

     Decían una serie de cosas para hacerla sentir culpable, pero era evidente que todas eran trucos para que Fanny cooperara con ellas y a esas alturas ya ni siquiera estaba segura de si la investigadora estaba embarazada y les había mentido antes o la estaban engañando ahora.

     A la oficina no paraban de entrar y salir detectives que aunque fuera por breves momentos, participaban también de los golpes, insultos y amenazas.


     Fanny pudo escuchar música que venía de algún lugar del edificio, podía distinguir las voces de Carlos y Jaime, los gritos de los detectives y los golpes de una guasca que la hacían sonar bien fuerte.

     Una de las investigadoras le dijo que los estaban golpeando y que si ella no hablaba le iban a hacer lo mismo.

     A Fanny le dolía el estómago de nervios y al sentir los azotes de la guasca, no pudo contenerse más y empezó a llorar. La detective que supuestamente estaba embarazada, al ver esto, la hizo acercarse a la ventana para que escuchara mejor cómo les pegaban. Ella se imaginó lo peor ¡Carlos! ¡Lo están golpeando!… Se sentía terriblemente mal en esos momentos, quería correr, quería desaparecer, quería que todo terminara de una vez.

     La detective, al ver su desesperación, le dijo que no sólo los estaban golpeando sino que les iban a poner electricidad y se deleitó detallándole los problemas sexuales que Carlos tendría posteriormente. Fanny sentía muchísimo miedo… ¡Los creía capaces de todo!

     La mujer asumiendo la pose amistosa, le decía que ella sólo la quería ayudar, y que por eso Fanny debía cooperar.

     Cuando consideraron que ya se estaba quebrando, la investigadora embarazada se sentó tras la máquina de escribir, colocó los dedos en el teclado y empezó a tipear los datos personales de Fanny, pero cuando se dieron cuenta que ella no les iba a decir nada, les dio una rabia espantosa que desahogaron golpeándola e insultándola.

     Las amenazas continuaron durante mucho rato. Le dijeron que a ella también la iban a golpear y le pondrían electricidad como estaban haciendo en ese preciso momento con su esposo y que la música que oía era para disimular un poco los golpes y los gritos… y esa, ¡no era otra de sus mentiras!


continuará ...


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